¿Has ya observado en la carretera los obreros encargados de colocar los raíles de una vía ferrocarril?
Ocurrió una vez, contó el Rav Arié Leib, que al verme sumergido en mi trabajo de profundización y de análisis de textos, y esforzándome para desempeñar lo mejor posible el papel que me había sido impartido, mi padre me confortaba con estas palabras :
«”¿Has ya observado en la carretera los obreros encargados de colocar los raíles de una vía ferrocarril? Centenas de hombres se relevan día y noche para reunir arena y gravilla.
¿Cuántos días y semanas necesitan para recorrer la distancia del tejum Shabat? ¿Y cuántos años, para colocar la cantidad de raíles necesaria para recorrer la distancia de diez parsaot ?
Si un frívolo preguntase cuál es el interés de una tal operación que necesita reunir tanto dinero y de mobilizar un esfuerzo tan grande, sonreiríamos respodiéndole que espere que el trabajo esté terminado y que las vías estén definitivamente en servicio para que vea pasar un tren recorriendo todas esas distancias a centenas de pasajeros, en sólo unos minutos, con toda la tranquilidad del mundo, sin preocuparse de las aventuras del viaje.
Ese hombre comprendería entonces que estaba completamente justificado invertir tanto esfuerzo, tiempo y dinero ».
Consagrar la totalidad de su estudio...
En lo que nos concierne, esta metáfora nos enseña lo siguiente : te estoy muy agradecido, porque sé que esta tarea que recae sobre nosotros es muy pesada y que nos obliga a consagrar la totalidad de nuestro estudio renunciando a otros dominios de la Torá.
Sin embargo, desde que me viene a la cabeza que Hashem nos permitirá de hacer frente al Shulján Aruj y que los Hijos de Israel lo estudiarán con entusiasmo al tener a su disposición un texto preciso en donde cada línea está explicada claramente, un estudio que conduce al acto.
Entonces ya no me preocupo más de lo que pasará con mi vida personal, ¡con tal de que la gloria de Hashem sea más resplandeciente !
El Jafetz Jaim a su hijo